Cromañon y el rock correcto

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Los músicos de la banda Callejeros fueron condenados. República Cromañón era un lugar manejado por Omar Chabán que tenía como negocio llevar bandas, como tantos otros lugares. Se incendió por el uso de bengalas durante el recital del día 30 de diciembre de 2004, murieron casi 200 personas.

Los negocios vinculados al rock podrían entenderse dentro de dos modalidades bastante claras: el rock correcto, y el rock a secas. Dentro de la primera están los tipos conocidos de las industrias culturales, los que han logrado pasar la barrera del under para ser el establishment del show asociado a las Industrias Culturales. Son los que fomentan la espectacularidad y la idea de la música como entretenimiento.

El rock a secas es el rock, que tuvo principalmente en el Río de la Plata un eco de las influencias globales gratamente deformado. Una deformación que durante mucho tiempo puso a la Argentina como el centro latinoamericano de la subcultura rockera en castellano.

Una subcultura que entre tango, candombe y folclore en épocas de ribetes sinfónicos logró una síntesis propia, y que no sólo tomó aspectos musicales, sino también sociales. A diferencia de la idea de música = entreteniemiento, el rock nacional hablaba mucho sobre las cosas, sobre los problemas de una generación, sobre la exigencia de cambios, sobre la política, y también sobre las experiencias que podían compartirse en una especie de intertextualidad con otros ambientes.

Los 80 fueron una bisagra musical, y cayendo en el lugar común del fin de la dictadura y Malvinas mediante, vimos que esa subcultura tenía raíces fuertes. Gran parte de la fortaleza de esas raíces estaba en los músicos y también en quienes creaban los espacios de encuentro entre músicos y públicos.

Luca colgado y Los Twist en escena en Einstein

Luca colgado y Los Twist en escena en Einstein

Omar Chabán no empezó con Cromañón sino con lugares que fueron por momentos una especie de templos de esta subcultura local: Einstein, Cemento… y si bien parece haber sido criticado ya hace mucho por el manejo de su negocio como quedara registrado por Luca en el disco Corpiños en la Madrugada con “Quiero Dinero“, no imagino el camino del rock nacional sin estos lugares, y sin otros que no eran mejores en infraestructura y justicia a la hora de repartir los ingresos.

La Cueva

Otro de los lugares míticos: La Cueva (desaparecida), vía Taringa!

Pero estos lugares son las alternativas a los grandes shows, los que “cobijan” a las bandas que se están acercando a la gente, los que permiten darse a conocer, y que son el derecho de piso para muchos que tienen algo que decir. Callejeros fue una banda que tenía cosas para decir, aún sin simpatizarme en general, dudando del talento de la voz y de lo interesante de la composición.

Fuente: NA vía Infobae

Santuario que recuerda las 200 muertes sobre la calle Bartolomé Mitre que la justicia ordenó liberar

El proceso judicial siempre sigue un camino marcado. La ley es normativa. Nuestras relaciones se ven mejor o peor reflejadas en ella. Pero lo que seguro no ocurre es que la justicia pueda considerar a las cosas en su totalidad. Seguramente encontrar culpables baja el nivel de bronca, o personaliza y canaliza el dolor. Cromañón fue una tragedia que a veces parece difícil de creer. Pero también mostró en parte cómo es la cosa en el under, y como en todo under, casi nadie busca apegarse a la ley sino a otras cosas que creen más importantes. Y esto es también lo que define a una subcultura… sino hubiera sido parte del rock correcto.

 

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