Luego de las consultas sobre Wolfram Alpha y el uso de Twitter como espacio informativo, hoy me toca nuevamente salir por la 1050 AM en el programa Meridiano 17 (@Meridiano_17) de Juan Pablo Tramezzani.

El tema es tapa de lanacion.com: Computación, una materia ausente en la mayoría de las aulas. Casualmente hoy sale una una nota que habla de que en España proponen una asignatura para navegar en Internet. De esta diferencia estaremos hablando hoy, incluyendo los trabajos de Paula Nahirñak que demuestran cómo el saber computación es una de las claves para la mejora en el empleo.

Poniendo en contexto esta información, y viendo rápidamente el trabajo del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (que da un nivel de pobreza de más del doble de lo que reconoce el gobierno), me llamó la atención la controversia generada por el proyecto del túnel a lo largo de la 9 de Julio, o el parque central de la Facultad de Derecho en la zona de Recoleta desviando el tránsito de la Av. Figueroa Alcorta. Todos parecen ser intentos de mejora, de cambiar el espacio público para mejorar algún aspecto, contar con accesos más razonables que las dos horas para cruzar de norte a sur la ciudad en auto, etc. Querer ser menos es aventurar un argumento como el de Lubertino acerca de que un túnel es dicriminador porque sólo favorece a quienes tienen automóvil (los que caminan sobre el túnel no cuentan para ella, el espacio público céntrico tampoco).

Para rematar este entorno denso buscan el impuestazo a productos tecnológicos, que ya está teniendo resistencia en la red local. Creer que celulares y notebooks son objetos de lujo es, por lo menos, de bestias ignorantes, si no es que la cuestión de fondo es seguir dilapidando caja. Como siempre, los diputados no nos representan.

Querer ser menos es hacer todo para que todos vivamos peor bajo el argumento de hay gente que vive en condiciones infrahumanas. Querer algo mejor es dar cabida a grandes proyectos, mientras se atienden las situaciones de emergencia. El pensamiento de que una cosa excluye a la otra nos llevó a esta Argentina que casi, casi, no merece ser vivida. Las visiones de los grandes proyectos es lo que ha hecho que alguna vez haya sido un país respetable.