Noviembre de 2020 es una oportunidad para pensar la formación en dos encuentros en los que participo.
Uno es fPET 2020 (Forum on Philosophy, Engineering and Technology) que está orientado a la filosofía de la tecnología y la ingeniería. Se trata de un clásico congreso en el que muchos participantes acercan miradas sobre la cuestión que es muy relevante teniendo en cuenta que sería bueno que las futuras tecnologías sean mejores en un sentido social, además de pensar a la actividad ingenieril vinculada con la sociedad y el mundo y ya no encapsulada en un pequeño mundo de expertos. Participo con esta ponencia y en otra compartida con Gustavo Giuliano.
Sobre estas cuestiones hemos escrito mucho con Miguel Angel Quintanilla y con el equipo del Centro de Estudios sobre Ingeniería y Sociedad, abriendo la participación a más académicos en la Revista Tecnología&Sociedad.
La segunda oportunidad en formación es en el 13 Encuentro de Educación Tecnológica, en el que participan docentes de todos los niveles. Me animo a decir que junto con Miguel Angel Quintanilla y Diego Lawler vamos a trabajar sobre Tecnologías Entrañables, pero especialmente enfocados en un área de formación que habilita a la acción ciudadana con respecto al desarrollo tecnológico, que es la cultura tecnológica.
Las Tecnologías Entrañables tienen la potencia de la justificación desde la Filosofía de la Tecnología, hasta el nivel de criterios concretos de diseño tecnológico. Pero dado el modelo relacional que trabajamos, también es una guía de interacción entre los agentes intencionales en el contexto de diseño y el contexto de uso.
La portada de mi presentación en fPET 2020 es LOOK-THINK-ACT y una introducción a las Tecnologías Entrañables involucra las tres acciones.