Silencio por la neutralidad de Internet

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Mientras se anuncian grandes planes de conectividad regionales y locales todos los supuestos sobre Internet están en peligro. No se trata de un riesgo menor sino de un cambio tan radical en el acceso a la información que puede poner en peligro la equidad y la idea de Internet como servicio público.

Existe un enorme grado de apatía social con respecto a la neutralidad de la red (o con respecto al riesgo de que desaparezca), y esto se debe a suele considerarse Internet, Web y Web 2.0 como sinónimos o como cosas que son “más o menos” lo mismo, y que están dadas. Sin embargo no sólo no son lo mismo sino que además nos implican de distinto modo en términos de privacidad y acceso público a la información.

No hay posibilidad de construír modelos sociotécnicos, comunicacionales, económicos, tecnológicos, semióticos, sociológicos, antropológicos, etnográficos, ni ningún otro para explicar lo que nos ocurrió los últimos 15 años sin considerar a la Web montada a Internet. Internet no va mucho más allá que la forma de traficar paquetes de datos entre nodos de las redes (por supuesto los ingenieros en telecomunicaciones tienen trabajo asegurado mientras mantengamos antenas, satélites, fibras ópticas y todo tipo de enlaces de datos). El modo está dado principalmente por la familia de protocolos TCP/IP que asegura que cada paquete de datos es tratado del mismo modo que cualquier otro. Vinton Cerf y Bob Kahn entre otros trabajaron en esto hace ya 40 años.

Tim Berners_Lee entre idas y vueltas logró implementar el primer servidor en el CERN en 1991 con su protocolo de transferencia de hipertextos escritos en lenguaje HTML, ublicables a través de URL. La posibilidad de representar hipertextos y traficarlos a través de Internet es una posibilidad que tenemos hace apenas 20 años, y masivamente hace 15. La Web nos posibilitó el acceso a las redes a través del lenguaje natural, no por paquetes de datos sino basándonos en hipertexto. Esto produjo un rescate de prácticas de escritura y generó nuevos modos de escritura en red, ampliando la forma en la que accedemos y producimos información y conocimiento. La revolución estaba en marcha.

La Web, como el verdadero espacio en el que interactuamos, hereda de Internet nada menos que su neutralidad. Todos los datos que se trafican cuando dos usuarios comparten información, conversan, bajan música o leen el diario, se tratan del mismo modo que una publicidad de Google o la transferencia de una nota del New York Times. En términos de neutralidad los bits de Microsoft valen lo mismo que los de este blog. Y esto es de sentido común… yo no leo bits sino contenidos, que deben estar codificados en algún lenguaje común para poder comprenderlo. Eso ocurre cuando es posible reconstruír hipertexto/hipermedia en un navegador, y no ocurre en el espacio de los bits. Todo lo que ocurre en la famosa Web 2.0 está posibilitado por la Web 2.0 y por la neutralidad de Internet, por este “Flower Power Digital” como lo llamarían Alejandro Piscitelli o Ana María Andrada.

Se abre entonces la controversia con respecto a la regulación. Si Internet es un servicio público debe regularse para garatizar que siga siéndolo. Sin embargo, las muestras de intervención sobre la red por parte de lobbies, gobiernos y grupos multinacionales han demostrado que dar espacio a cualquier organización pone en riesgo la neutralidad. Las Cumbres Mundiales de la Sociedad de la Información, la presión de las TELCOS, Google, y todos los que piden a gritos alguna forma de control (bajo la idea de Gobernanza de Internet) son parte de este movimiento que intenta romper con la base del sentido público de Internet: todos los bits son iguales sin importar de dónde vienen, ni hacia dónde van. Esta es la política de la red.

Es un tema de agenda internacional al que debemos prestar atención y hacer lo posible para evitar cualquier tipor de intervención. Desde la idea de acceso público es necesario sumar esfuerzos para asegurar este derecho adquirido. Habrá que leer a Downes, Rheingold, O´Reilly, Lessig, Himanen, Stallman, entre tantísimos otros e instalar la cuestión.

Aquí un video que “arenga” para que nos ocupemos del tema.

(Asumo la culpa de haber linkeado muy poco… iré completando!)

8 responses on “Silencio por la neutralidad de Internet

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