Durante la cuarentena la Usina de Ciudadanía Renaciendo creó “cafés coloquiales“, que son charlas online sobre distintos temas relacionados con la democracia y la república según sus objetivos de formación ciudadana no partidaria. Tuve el placer de compartir la charla el 24 de agosto con Guillermo Lousteau discutiendo distintos aspectos de las relaciones fuertes entre tecnología y política.
Lousteau introdujo la discusión entre distintos modelos de democracia y el problema de la polisemia que hoy confunde esquemas de democracia muy disímiles. Un paseo conceptual por ideas de Zakaria y Mounk ayudaron a que proponga la actualización hacia la democracia compleja de Innerarity, que es un punto en el que nos apoyamos ambos.
Mi participación consistió en la presentación de tres formas en las que el desarrollo tecnológico tiene contenido político:
- Política científico-tecnológica
- Tecnología como forma de orden social
- Organizaciones sociales derivadas del diseño tecnológico
Para los académicos del campo CTS y de los estudios sociales de ciencia y tecnología seguramente esto no presenta grandes novedades. Sin embargo, un repaso por estas miradas que provienen muchas veces de las miradas críticas pueden contribuir a la formación ciudadana en distintos aspectos:
- Advertir que el desarrollo tecnológico cambia nuestra cultura y modo de acceso al mundo
- La necesidad de legitimar tecnologías en forma anticipada
- Consecuentemente, la formación de cultura tecnológica ciudadana para una legitimación social amplia
Esta agenda tiene un extenso trabajo previo, y en buena parte ha sido impulsada en Iberoamérica por Miguel Angel Quintanilla en diversas publicaciones (como Filosofía Ciudadana) y que hemos logrado extender con el desarrollo del concepto de Tecnologías Entrañables y posteriormente con Dar sentido a la técnica.
Durante la charla con Lousteau en Renaciendo, surgieron estos aspectos como factores que pueden contribuir a las democracias, evitando riesgos en sus apropiaciones autoritarias.
Quedaron muchas preguntas muy interesantes para el panel, y eso es satisfactorio: hay muchas relaciones no tan evidentes entre política y tecnología.