Si en algún momento fue pertinente (para ser estrictos, “es” pertinente) hablar de la relación entre Ciencia, Tecnología y Sociedad en el marco de la construcción de los artefactos y las tecnologías en general, prestando especial atención a la influencia del plano social; hoy pareciera que la Web 2.0, la inteligencia colectiva, las redes y aplicaciones colaborativas, abren un nuevo camino para el análisis de una dimensión social que para la mayoría siempre fue ajena al ámbito tecnológico.

Claro está que la idea de sociedad que manejan los estudios CTS no es la misma que los entusiastas y estudiosos de la Web 2.0. Sin embargo, vale la pena prestar atención que el uso influye en el diseño y la concepción de los artefactos (los físicos y aopra también los virtuales). Con la Web 2.0 se ha llegado a un extremo interesante: el uso es el que manda, son aplicaciones user-driven. Lo que era la explotación en los antiguos objetos técnicos, ahora es la explotación de las aplicaciones y las redes para crear y mejorar información y conocimiento.

La idea del Open Innovation podría parecerse bastante a la experiencia que describen Bijker & Pinch acerca de cómo fue modificándose “socialmente” la bicicleta (paper que conocí a través de Gustavo Giuliano). Creo que es un camino para investigar.