Todo pedo es político

https://www.blog2.com.ar/index.php/2020/12/17/todo-pedo-es-politico/

Vamos a deconstruirnos. Pero ojo: es obligatorio. No vaya a ser que ser hétero te siente bien.

A veces siento que todo está perdido, y no precisamente por un rumbo global que desearía que se modifique, o por vivir en un país que destruye todo con una eficiencia asombrosa (“todo” es literalmente “todo”, porque no hay rincón que vaya bien, y ya no estoy dispuesto a escuchar anécdotas individuales de éxito)

Como es muy difícil seguir adelante pensando esto, por lo general queda a un lado mientras me concentro en seguir haciendo.

El entretenimiento habitual de la actualidad es un mix, nada delicado, de noticias, memes, opiniones, enojos, que circulan y se apalancan entre comunidades militantes que viralizan pastillitas simbólicas en redes sociales, blogs, y medios de comunicación tradicionales.

La deconstrucción aplicada a todo ganó terreno en la agenda pública como base de justificación para toda militancia con aroma revolucionario.

Ya pasamos un quinto del siglo XXI, es decir que estas inspiraciones “posmo” ya tienen (para ser buenos) más de medio siglo. Justamente un período de cambios profundos y acelerados en todos los aspectos sociales.

El pensamiento posmoderno pudo ser valioso para entender una situación de época, tal vez necesario, pero arraigado en un momento de la historia de Occidente (blanco y europeo) En todo caso, aquello que no era blanco y europeo se “incorporaba” contestatariamente aunque con un sesgo instrumental que lo desnaturalizaba. Sino, veamos al jet-set y artistas del mainstream que visitaban gurúes asiáticos en los 70.

En medio siglo no solamente hay categorías centenarias que se trasladan irresponsablemente (como derecha-izquierda), sino que también hay una lucha simbólica por “reconfundir” las categorías que habíamos inventado para diferenciar las cosas con el argumento de que no hay discursos más válidos que otros, y cada vez más otorgando a algo que llaman “patriarcado” el status de “segundo motor” de toda relación humana, humana-animal, y humana-naturaleza.

Las contradicciones aberrantes de que el conocimiento científico no tiene mayor valor que las opiniones subjetivas mientras recurren a ella para justificar posiciones militantes, se resuelven con el “primer motor” de lo político. Lo determina todo: lo político.

Así, no es difícil justificar toda negación de materialidad constituyente de nuestros cuerpos e identidades. Para ser honesto, algunos intelectuales “desbiologizan” para crear nuevas categorías y en algún momento regresan para comprender nuevamente la materialidad. Pero otros se quedan en esa “nube intelectual” sin ningún arraigo. Por eso tampoco es difícil para ellos lanzar conclusiones como “somos lenguaje” (cuestión que… no resiste análisis, porque es, por lo menos, parcial e incompleta) Lo extraño es que muchos de ellos hoy quieren vacunarse contra el Covid…

Asumir acríticamente que el primer motor de todo es político solo esconde dimensiones fundamentales del mundo y de nosotros mismos. Es militar la ignorancia, que es uno de los peligros más ciertos de este tiempo que convive con el mito de que sabemos mucho y con charlatanes que pregonan que no es necesario saber tanto.

Esta es mi humilde explicación de por qué hay “inclusives” e ideas de ministerios para la gestión menstrual. Y no porque no haya problemas, sino porque el enfoque para resolverlos no es el adecuado. Englobar la menstruación en la política es una imbecilidad, porque implica que toda gestión de cualquier fenómeno biológico sea pasible de ser incorporado a un ministerio. ¿Pero no hay política? Si, la hay: en normativas sobre contaminación de los materiales de los apósitos por ejemplo, como las hay con otros contaminantes. Pero la vocación por crear un mundo simbólico orgásmico les parece irrestistible.

En tanto tiempo y tantos cambios, muchas consignas se caen solas. Por estadística, o simplemente porque los diagnósticos no concuerdan con la realidad (hay un arma militante para esto: “no lo ves porque sos parte del problema”)

Afortunadamente, la mayoría de las personas seguimos intentando hacer nuestras vidas sin que estos discursos nos dirijan, sin que estos discursos nos piensen.

Pero cuidado, que cada vez hay más de nosotros en la totalización parcial de lo político. En cualquier momento, todo pedo es político.

PD: no, no hay citas ni links. Esta vez no me importa cubrir las referencias, porque si este post te enoja, tampoco les darías valor.