Leí la palabra “fatiga” puesta sobre los usuarios de la Web 2.0. Si realmente pusiéramos el tiempo necesario para descubrir, investigar, jugar, trabajar, etc. con las aplicaciones 2.0 que surgen cada día, no tendríamos tiempo para nosotros, nuestras familias y nuestros trabajos. Aún así nos quedaríamos rengos y sin posibilidad de terminar de conectar el panorama 2.0.
Es cierto que para comprender las cosas no necesariamente deberíamos experimentar cada cosa, sino estaríamos destruyendo un principio básico del conocimiento. Es una cuestión de actitud y de cuánto soportamos el bombardeo de la mejor o la más completa aplicación. Tal vez la maduración del mercado en términos individuales es simplemente “fatiga”.
Tal vez esta fatiga es la que determina en última instancia cuándo un boom deja de serlo, o es la racionalización de que lo se promete rara vez se cumple, o se cumple a medias, o sencillamente no se cumple en mis condiciones personales.
Vamos la Web 2, pero cuidado con la fatiga…
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